Credibilidad, confianza y retorno ¿Cómo se consiguen?

La verdad es que le hemos dado alguna que otra vuelta al título de esta entrada. Arrancamos con “Cultura y valores ¿por qué son tan importantes para la empresa?”, pero al final hemos optado por hablar en términos del resultado, que es a fin de cuentas lo que se consigue cuando se trabaja a partir de un buen marco ético o, lo que es lo mismo, una buena cultura corporativa construida sobre valores éticos.

En Felidarity siempre hemos trabajado la integración de las Estrategias de Sostenibilidad desde el Marco Ético de las empresas, es decir, desde sus valores y su cultura. Porque sabemos que, si la Estrategia de Sostenibilidad se construye sobre estos pilares, se consigue generar credibilidad, confianza y mayor retorno en la organización.

Después de una afirmación como esta, la siguiente pregunta cae por su propio peso: ¿por qué son tan importantes los valores éticos y la cultura a la hora de construir la Estrategia de Sostenibilidad? Muchos de nuestros clientes nos lo preguntan, y esto es lo que les contamos:

1. Porque genera mayor retorno.

En primer lugar, cuando se trabaja la sostenibilidad desde el enfoque de un compromiso ético, la organización y todos los que en ella trabajan, le dan un sentido más profundo a cualquier desarrollo sostenible de la empresa.

Esto no ocurre sólo cuando trabajamos en el campo de la sostenibilidad. Pasa lo mismo, por ejemplo, con la integración de la Calidad. No genera el mismo retorno tener un “Manual de Calidad” sin construir una cultura de compromiso con la calidad.

Por tanto, un compromiso ético con la sostenibilidad ayuda a que la integración de una Estrategia de Sostenibilidad genere un retorno mucho mayor, pues se convierte en algo que conforma de verdad la cultura de la empresa con la que todas las personas que trabajan en la organización están comprometidas.

2. Porque genera credibilidad.

En segundo lugar, hemos podido ver en muchas ocasiones que la integración de la sostenibilidad en un marco ético facilita de una forma muy relevante que la empresa pueda generar credibilidad cuando habla y comparte su compromiso con la sostenibilidad.

Una empresa puede, por ejemplo, desarrollar procesos y sistemas de atención al cliente muy potentes, pero generará poca credibilidad en los clientes si no se percibe de verdad que la empresa tiene un compromiso con el servicio al cliente.

Podríamos decir que cuando una empresa tiene un compromiso ético con la sostenibilidad las incoherencias y acciones contradictorias seguro que serán  mucho menores y, por tanto, los stakeholders percibirán su compromiso con la sostenibilidad como algo realmente auténtico y creíble.

3. Porque genera confianza.

En tercer lugar, y probablemente como resultado de la suma de los aspectos anteriores, es fundamental destacar que darle un marco ético a la sostenibilidad ayuda a generar confianza.

Generar confianza es, sin ninguna duda, el aspecto más importante para cualquier empresa. Nunca me he encontrado con un empresario/a o directivo/a que me haya dicho “no necesito generar confianza para que nos vaya bien como empresa”.

Sin embargo, a veces les cuesta ver la confianza como un recurso moral que surge como resultado de un hacer ético.

Para generar confianza cuando desarrollas una estrategia de sostenibilidad necesitas una cultura de compromiso ético con la sostenibilidad que haga posible el alineamiento de todas las prácticas empresariales, ayudando así a que se perciba como algo auténtico y creíble.

A pesar de que cualquier empresa es consciente de la importancia de generar confianza en sus stakeholders, a veces cuesta ver cómo impacta esto en la cuenta de resultados.

Aunque no es fácil identificar el porcentaje de mi cuenta de resultados derivado de la generación de confianza, sí que tenemos algunos datos que pueden ayudar a ver esta relación.

Ethisphere, una de las organizaciones de referencia en el análisis del impacto ético en la empresa, es autora del ranking World Most Ethical Companies, nos muestra la evidencia del incremento del valor económico de las empresas más éticas, recogido en MSCI World Large Cap Index (representación de los valores de gran capitalización en 23 países de mercados desarrollados. Con 632 componentes, el índice cubre aproximadamente el 70% de la capitalización bursátil ajustada al free float de cada país).

Pero no es sólo relevante ver el incremento de valor, sino también el alineamiento entre el Ethics Index y el Large Cap Index.

Con lo que todo esto lo podríamos resumir diciendo que ser una empresa ética es rentable y, por tanto, trabajar la cultura y los valores éticos de una organización no es cuestión de altruismo.